martes, 30 de septiembre de 2014

APERITIVO DE MUERTOS PARA EL IES DE LA DEVA, PIEDRASBLANCAS

Por temas burocráticos aburridísimos que no merece la pena ni contar, no conseguimos nuestra FM (fórmula migratoria o permiso de residencia para el vulgo) hasta hace unos meses.
Lo cierto es que sólo ha tenido repercusión en dos aspectos de mi mexi-vida, pero ambos han sido cruciales. Uno fue que me caducó el permiso de conducir internacional y, al no tener la licencia de España por otro avatar del destino, estuve mes y medio dependiendo de taxis y de la bondad de los amigos.
La otra consecuencia fue que no tuvimos nuestro propio espíritu hasta hace poco.
Hace algo más de un mes un Hijo raudo y despavorido aterrizó en nuestra cama un domingo por la mañana alegando que "tenía frío". Tras un sutil interrogatorio confesó que estaba abriendo las cortinas cuando una voz de hombre le dijo alto y claro "HOLA". No ha querido volver a hablar del asunto, lo ha metido debajo de la alfombra junto con las pelusas y los restos de palomitas, pero de noche no va al baño si no lo acompañas.
Y ahí seguía hasta que hace como dos semanas me despierta un aire frío en los pies. Hago revisión rutinaria y las mantas estaban en su sitio, las ventanas cerradas y Marido no sentía nada, pero yo sí. Era un soplido que paró un momento y volvió a empezar. Me di la vuelta en la cama y sonreí tranquilizada al saber que ya, por fin, tenemos nuestro propio espíritu. Estoy segura que fue él quien me escondió las llaves el otro día, porque miré docenas de veces en el bolso y no estaba. Aparecieron casi dos horas después en el bolso, precisamente.

Cuando me preguntan por casas encantadas en México no sé qué decir, porque todas las casas aquí tienen su propio fantasma, y suerte si sólo es uno. En ocasiones viaja con la familia, porque no se asocia sólo a los lugares, sino que va con las personas.
Aquí, en pleno centro de la ciudad de México, murieron muchas personas durante la represión de estudiantes en 1968 y en el terremoto de 1985 y se ven sus espíritus corriendo despavoridos hacia la iglesia.
Muchos niños lo ven durante su infancia y lo heredan a sus hijos, una faena, y esas apariciones tienen una tremenda afición a sentarse en las camas ajenas y a tirarles de los pies o de las mantas a los incautos durmientes. También se les sientan encima, sobre la barriga, y te provocan lo que el resto del mundo considera "parálisis del sueño" y que para los mexicanos se resume en "se te sentó un muerto".
Sólo en el cole de Hijo hay una niña que han visto varios alumnos y que se desvanece en la nada cuando te acercas, otro se columpia durante las noches y los vigilantes nocturnos evitan entrar en una clase en la que se oyen los ruidos propios de un montón de niños alborotando.

Una de mis amigas se mudó de piso porque todas las noches se le aparecía la misma mujer y le dejaba la puerta de la habitación abierta aunque echara la llave. Pese a que hizo una LIMPIA y cambió la disposición de los cuadros (jamás deben colocarse frente a un espejo o ventana porque abren puertas a otros mundos) no consiguió expulsarla, más bien fue ella la desahuciada.

La hija de otra conocida jugaba sola cuando su madre la llamó a cenar. Ella le explicó que estaba con sus amigos y su madre le dijo que tendrían que irse, puesto que la comida estaba preparada. "No quieren irse todavía, quieren cenar también. Dicen que si no se van a disgustar mucho". La madre, paciente, puso dos platos más en la mesa y, aterrada, esperaba verlos vaciarse, pero no. Cuando la niña terminó la madre le pidió que los despidiera y se acostase, pero sus "amigos" se negaron a dejarla y ella, llorando, le suplicaba a su madre que no los intentase echar, que cuando se enojaban se enojaban mucho y se ponían muy feos y le daban miedo".

Montó en el coche a su hija y se fue a un hotel hasta que llegó su marido.

Y es muy habitual entre las clases sociales altas acudir a un chamán de cabecera que se encarga de evitar que las malas artes de la magia negra repercutan en ellos y sus familiares, porque a veces proteger a una persona hace que la "maldición" rebote hacia quienes tiene cerca.

Hace una semana, visitando a una señora maravillosa, me comentó que había ido unas cuatro veces a confesarse con un cura encantador de una iglesia cercana a mi casa. Incluso un día que el confesionario estaba ocupado por otro sacerdote él tuvo la gentileza de confesarla en la sacristía, caminó tras él todo el pasillo, se sentó a su lado y habló con él. Pero unos días después, contándole a una beata de la parroquia lo estupendo que era su confesor, ésta le confirmó que ningún cura de esas características estaba o había estado en esa iglesia en los últimos 70 años.

Hay un mercado que me gusta mucho, el de Sonora, en el que, además de un mundo dedicado a las fiestas y los disfraces, hay un gran surtido de material esotérico, desde pieles de serpiente a pócimas de todo tipo envasadas ya industrialmente para amarres, atraer dinero, separar amantes, arruinar a la competencia.... Hasta lo que parecían cueros cabelludos con cabello ad hoc vimos en una de las excursiones.

Con estos antecedentes no es raro que aquí se celebre el Día de Muertos con un significado y un ritual mucho más profundo que ir al cementerio a dejar flores, como hacemos nosotros. Y que, lo que a nosotros nos parece aterrador, para ellos sea pecata minuta. 
A pesar de lo macabro que suena es una preciosa y mágica tradición mexicana que merece la pena conservar y conocer. El año pasado montamos nuestro primer altar de muertos y este año repetiremos, pero para eso hay que ambientarse como es debido, así que las próximas semanas dedicaré el blog a tratar de traumatizar a los inocentes jóvenes del IES DE LA DEVA, en concreto a los Alumnos de El Villar de 1º y 2º de la ESO, en Piedrasblancas, con el permiso de sus padres y tutores y la complicidad criminal de sus profesoras, María Bango, Pury Ruesga y Celia López.
Como yo no trabajo gratis, a cambio de poblar vuestros sueños de espantosas pesadillas me gustaría que comentéis lo que os parece, similitudes con otras historias que conozcáis, preguntas y curiosidades que tengáis, propuestas,... lo que queráis. Menos hacer la ouija, que no quiero más fantasmas por casa, con uno me llega.

miércoles, 24 de septiembre de 2014

VUELVE EL REGALO PERFECTO

Cuando llega la temporada de BBC (bodas, bautizos y comuniones) llega en todo su esplendor, ya sea en España o en ultramar, así que no es de extrañar que en el último mes haya habido dos bodas, una de la que hablaba en el post anterior y otra a la que no le eché cuenta todavía porque no era el momento. 
Esta pareja se casó primero por lo civil y celebrarán la ceremonia religiosa en verano. Según mi abuela hay diferentes niveles de convivencia, a saber:
  1. AMONTONADOS: los que viven juntos sin ningún tipo de papel ni trámite.
  2. ARREJUNTADOS: casados por lo civil, sin más. Matrimonio, matrimonio no son, pero tienen un status algo mejor que los simples amontonados.
  3. CASADOS: por la iglesia católica, apostólica y romana. Estirando la manga podríamos incluir a los cristianos no católicos, pero ni uno más, que luego se nos cuela de todo y una boda en Bali ni es boda ni nada.
Así que yo esperaba a llegar al punto 3 para buscar un detallito con el que alegrar su nido. Además la muchacha me acompañó en mi peregrinaje a la Meca del horror, y no era plan elegir nada delante de ella, se pierde el factor sorpresa, que es precisamente lo que distingue un presente adquirido en Galerías El Triunfo.
Pero si llegáis a ver su entusiasmo, su carita de genuina alegría, la emoción y el alborozo con que celebraba cada nuevo descubrimiento, entenderías que no pueda esperar más y me adelante a la fecha de la celebración de una boda como Dios y mi abuela mandan.
Regresé sigilosa al lugar del crimen, y rebusqué de nuevo entre los pasillos triunfales algo con lo que obsequiar a mi amiga. Eso sí, tuve la picardía de desplazarme hasta otra sucursal de la misma tienda porque seguro que encontraba alguna novedad con la que solazarme.
Cual no sería mi sorpresa cuando, nada más entrar, me di de bruces con un nutrido grupo de piratas masculinos que complementaban a la perfección a la pirata siliconada del post anterior. Dado que nos acercamos al Día de muertos y que la calavera del otro día le gustó mucho, seleccioné éste de una variada muestra.
Pero no quiero que piense que es plato de segunda mesa, así que recordé su gusto por la meditación y lo trascendente, ¿por qué no esto?.
Tal vez demasiado visto, puede que algo que, manteniendo el toque exquisito del arte oriental sea  más impactante.
De esta escultura florero hay también la versión masculina, pero se me iba de presupuesto. Si alguno de los amigos del novio está leyendo este blog y quiere que nos pongamos de acuerdo para comprar la pareja que se comunique conmigo a la mayor brevedad, puesto que en todas las etiquetas dice claramente "Hasta agotar existencias".
El estilo de la figura me hizo recordar que le había dicho a mi amiga Eva que miraría si tenían ataúdes. Ataúdes no vi, pero este bonito sarcófago hace el mismo servicio.

Puede que a Patricia también le interese, lo usas como ropero durante toda tu vida y te lo llevas puesto al otro mundo. Más partido no se le puede sacar, ni la muerte os separa.
Claro que no hay nada más sentimental y alegre que la Navidad. Estés donde estés te embarga el sentimiento familiar que desaparece en cuanto te sientas a cenar con tus cuñados, pero mientras tanto es bonita. ¿Por qué no hacer de cada día una celebración especial?
No obstante, por increíble que os parezca, encontré algo mejor. Justo el día antes mi amiga me comentaba que quería hacerse una foto en las escultura de las alas que está en Reforma. ¿Para qué conformarse con una foto pudiendo tener una réplica del original en casa?. No podía creer la suerte que había tenido, más personal imposible.
Sí, ya sé, estáis pensando lo mismo que yo, ideales todas ellas, pero demasiado grandes, es mejor elegir algo más fácil de ubicar y un poco más elegante. Y no hay nada más elegante, con más clase y distinción que los caballos y el mundo que los rodea. Conociendo a la novia, había dado en el clavo.
Y dado el boom de embarazos que hay ahora mismo entre la colonia española, no sería aventurado ahorrarles el trabajo de buscar cama para los niños, pero ese gesto cariñoso podría dar lugar a habladurías y no sabría si decantarme por niño o niña, pero opciones había, que conste.


Como ambas novias se conocen y las quiero igual a las dos, me pareció prudente evitar posibles roces y hacerles a ambas un regalo similar, aunque no idéntico, tomando en cuenta los matices que distinguen la personalidad de una y otra.

Aquí no hay que modificar nada, piziosa es universal. lo único el color, que negro queda algo soso, pensaba en un rosa flúor, o tal vez un verde fosforito... Habrá que ver el color del muro de su casa para que combine.
Como tengo la sensación de que después de leer esto no me invita a su boda ni aunque yo fuera el novio, quedan las demás sugerencias libres para el que quiera hacer un regalo que jamás olvidarán, garantizado.




viernes, 19 de septiembre de 2014

EL REGALO PERFECTO

Hace unos días una amiga, para su disgusto, perdió un concubino y ganó un marido. Entendería que no quiera que se sepa porque su reputación de alegre concubina está en juego, así que la mantendré en un feliz y conyugal anonimato, pero este post es para ella

En cuanto supe de la buena nueva pensé en hacerle un regalo acorde con su reciente status y de inmediato me puse manos a la obra. Bueno, no tan inmediato, desayuné, me duché, me arreglé, desayuné otra vez por si se me hacía tarde....
Para ello acudí a una conocida cadena de tiendas del DF cuyo nombre prefiero mantener en secreto, porque no sé si a los de Galerías El Triunfo les gustará la publicidad gratuita, mejor no digo que son ellos.

Primero creí que sería buena idea algo que pudieran compartir los dos, algo casero, hogareño, cálido y confortable y ¿qué mejor que un sillón?. Un lugar donde sentarse con un libro o el periódico, para acariciar al gato subido en el regazo.
Y cuando su maridito llegue cansado del trabajo y ella lo esté esperando con su vestido de vuelo y su impecable delantal de puntillas, puede colocarse, coqueta y encantadora, en sus rodillas.
Me gustó éste por su toque moderno y porque no se pegan los pelos felinos, pero luego pensé que es muy probable que ya tengan uno y no sé si dos le cabrán en el salón, así que seguí buscando.
Un adorno que sirva para ambos, algo que les recuerde que están juntos en esta aventura que es el matrimonio...le daba vueltas y al costado de una estantería di con el detalle perfecto.
Claro que lo suyo era comprar la parejita y, desafortunadamente, no quedaban hombres pirata, así que otra buena idea que se esfumaba.
Podría ser algo que les recordara a ambos el valor de la familia, algo que les traiga a la memoria de dónde vienen, que los una a sus raices.
Pero quizá era remontarse demasiado hacia atrás y la inconveniente disposición de los plátanos me hizo continuar la búsqueda.
Por fin encontré un adorno elegante, refinado y chic que, además, permitía a la feliz desposada darle su propio y personal toque. Helo aquí
Y por si fuera poco perfecto ¡albricias!, tenía un complemento ideal que reflejaba exactamente lo que yo pretendía.
La representación del hombre y la mujer, justo lo que buscaba. No obstante, ya con la tarjeta en la mano y a punto de pagar, hubo algo en el jarrón que no me convencía, una sútil pero persistente sensación de que aquello no funcionaba. Tal vez fueran las flores, demasiado largas, no sé, pero me dejé llevar por mi intuición y deseché ambas cosas, porque la una sin la otra eran un absurdo, es evidente.
Como me encanta la fiesta de muertos y es una tradición muy mexicana, como el novio, sopesé la posibilidad de darles algo que lo simbolizara, siempre  que fuera una pieza única e irrepetible, por supuesto.
Aunque, ¿quién sabe?. Hay personas muy sensibles con el tema de la muerte que no repararían en el aspecto cultural y artístico y les podría parecer morboso, demasiado riesgo.
Y de pronto, inspirada por la linda calavera, me tropecé con algo que sí podía funcionar. Una lámpara de mesa; es un regalo útil, siempre encuentras un hueco donde colocarla y es práctica, una luz relajante y romántica para una velada delante de la televisión, no se me ocurría nada más agradable.
Esta me gustó porque me evocó de inmediato las películas del oeste, los vaqueros, los salones, las chicas del cancan...algo muy femenino y con un toque viril que le daba el punto wester. No obstante  la prefería en otro color que destacara más la parte masculina.
¡Maravilloso, la tenían!. Pero al ver esos magníficos y luminosos planetas volví a dudar y comenzaba a perder la esperanza.
Por fin salí de la tienda con las manos vacías y la mente repleta de posibilidades y, camino a casa, vi una pintada que me inspiró.

¿Por qué regalarles algo que pueden comprar ellos mismos o que, posiblemente, esté repetido?. ¿Por qué no darles algo imperecedero, algo que ellos de otra forma no tendrían?. Una declaración de amor a lo grande, todo poesía y encanto, un derroche de romanticismo y sensibilidad sin resultar empalagoso.
Así que ya está decidido. Querida amiga, si te asomas a la ventana podrás ver una pintada igual a ésta en el muro frente a tu casa, pero, lógicamente, con tu nombre y firmada por tu flamante esposo. Me tomé la licencia de hacerlo en su nombre, estoy segura que no le importará.
No me des las gracias, adivino tu emoción en las lágrimas que corren, incontrolables, por tus mejillas.

Para E.H. y gracias a Patricia por las fotos, la visita y la inspiración.



lunes, 1 de septiembre de 2014

VOLANDO VOY, VOLANDO VENGO

Ya sé que puede parecer raro, apresurado, pesimista, que veo el vaso medio vacío y que aún está medio lleno, casi un mes falta para apurar los últimos días del estío.
Pues eso será en su país señores, porque en México las clases empiezan el día 18 de agosto, una losa que cae sin piedad y con una crueldad sin límites sobre las despistadas cabezas veraniegas.
Se acabó lo que se daba, así, sin anestesia. Una llega el jueves y el lunes empiezan las clases. Si pudiera pediría la epidural, pero aquí son más de la cesárea, de abrir en canal sin pensárselo mucho.
Esto fue lo que empecé a escribir el día antes de subirme a un avión de vuelta al DF y, claro, ser una bocazas tiene su consecuencia, así que Hijo no ha empezado al colegio porque se le declaró la varicela en la misma puerta de entrada al país.
El destino, el karma que lo parió o San Pito Pato decidieron darme una lección de vida en el minuto uno. En el viaje de ida a España Hijo se tragó despierto el vuelo completo México / Madrid, así, a lo bruto, no pude ver ni una película completa, ni una serie, ni siquiera pude hacer un sudoku nivel medio.
Eso sí, a la hora de la comida cayó muerto y, mientras mi suegro y yo nos poníamos las botas, él dormía en un banco corrido de la sidrería. Muy edificante.
El caso es que, dado que al regreso nos acompañaba Marido, iba yo muy decidida a embutirme vía ocular todito el programa ofrecido por Iberia en la pantallita del asiento. Pues mira, va a ser que no, pensó alguien, y la dichosa pantalla no funcionó en todo el vuelo.
No pasa nada, como el infante iba sopa, enchufé mis auriculares en la pantalla del variceloso durmiente y, con una rotación de 85º se podía ver la tele, aunque en doloroso escorzo.
El bendito sueño le ocupó unas 9 horas de las más o menos 10 que dura viaje y la criatura apoyó amorosamente su cabeza en mis piernas. Enternecedor las 2 primeras horas, luego la limitación de movimiento y la reducción al mínimo vital de los paseos empezó a resultar más molesto que tierno, a qué negarlo.
Despertó como una hora antes de aterrizar quejándose de dolor de estómago y ganas de vomitar.
Qué queréis, soy una romántica. Yo tenía en mi mente aquellas famosas bolsitas que proporcionaban antes en los aviones justo con la finalidad de solventar con un mínimo de elegancia estas cuestiones. Busqué en el asiento delantero y allí estaba. Abrí las dos de las que disponía y me preparé para lo peor.
Los recortes en las compañías aéreas no sólo se afectan a lo que entra por la boca, sino también a lo que sale. Malas ideas ambas. 
Lo peor es lo que tiene, que nunca decepciona, así que, efectivamente, tuvimos que usar la bolsa.
Y también la que contenía la almohada, que por suerte era de plástico, porque parece ser que ya no son impermeables, son para basurillas normales, pañuelos, chicles, envoltorios de caramelos...bobadas sin enjundia.

Cuando pasó la azafata a recoger los restos del desayuno traté de dársela, bien cerrada y empaquetada, pero, sonriente e ignorante de su contenido, me dijo que al final del vuelo, cuando pasaran con los cubos de basura.
A todo esto, a la vez que ella hablaba, yo extendía mi mano con la bolsita y su protector hacia ella, por encima de mi compañero de asiento.
No era su día, ni el mío, porque de forma misteriosa rompió la bolsa de la almohada y el desagradable contenido se derramó cual lluvia radioactiva sobre los pantalones propios y ajenos.
Hacía más de 10 horas que Hijo no comía, era pura agua casi inodora, pero ello no impide que fuera un puro asco y que yo no volviera a mirar a mi izquierda en ningún momento.
Como madre prevenida (una cosa implica la otra) llevaba toallitas húmedas que traté de darle a mi sufridor vecino, pero él las rechazó con gesto hosco mientras se frotaba contundentemente la mancha con la almohadita que presta la compañía aérea y que nunca jamás pienso volver a utilizar.
Finalmente posamos ruedas en tierra y Marido echó a correr veloz cual gacela en la sabana camino de inmigración para no esperar cola.
Nosotros tratamos de seguir el ritmo, pero la parada a vomitar casi en la puerta del baño nos frenó un pelín.
A todo eso yo pensaba: "Con la sospecha de un enfermo de ébola en Alicante y este panorama, nos paran en la frontera. Y si le levantan la camiseta nos deportan".
Pero no, se recuperó de forma milagrosa y sólo tuve que darle un par de pellizcos a Hijo cuando se puso a contar al agente de inmigración, con su característica verborrea, que se encontraba fatal.
Para mí que el que hizo el dibujo estaba en nuestro mismo vuelo porque es igualito a como lo vi pasar yo. Salvo por el color de la maleta, idéntico.
Por fin en casa pasamos diez días de reclusión y cuarentena que han quedado en un borroso recuerdo.
Soy una persona horrible y, pese a los remordimientos por los posibles contagiados en el avión, no puedo evitar estar aliviada porque no cogió la varicela en plenas vacaciones (¡qué desperdicio de días!) ni se le declaró antes de coger el vuelo (¡qué desperdicio de dinero!).
El ser humano puede ser horrible y yo soy muy, muy humana.