viernes, 19 de septiembre de 2014

EL REGALO PERFECTO

Hace unos días una amiga, para su disgusto, perdió un concubino y ganó un marido. Entendería que no quiera que se sepa porque su reputación de alegre concubina está en juego, así que la mantendré en un feliz y conyugal anonimato, pero este post es para ella

En cuanto supe de la buena nueva pensé en hacerle un regalo acorde con su reciente status y de inmediato me puse manos a la obra. Bueno, no tan inmediato, desayuné, me duché, me arreglé, desayuné otra vez por si se me hacía tarde....
Para ello acudí a una conocida cadena de tiendas del DF cuyo nombre prefiero mantener en secreto, porque no sé si a los de Galerías El Triunfo les gustará la publicidad gratuita, mejor no digo que son ellos.

Primero creí que sería buena idea algo que pudieran compartir los dos, algo casero, hogareño, cálido y confortable y ¿qué mejor que un sillón?. Un lugar donde sentarse con un libro o el periódico, para acariciar al gato subido en el regazo.
Y cuando su maridito llegue cansado del trabajo y ella lo esté esperando con su vestido de vuelo y su impecable delantal de puntillas, puede colocarse, coqueta y encantadora, en sus rodillas.
Me gustó éste por su toque moderno y porque no se pegan los pelos felinos, pero luego pensé que es muy probable que ya tengan uno y no sé si dos le cabrán en el salón, así que seguí buscando.
Un adorno que sirva para ambos, algo que les recuerde que están juntos en esta aventura que es el matrimonio...le daba vueltas y al costado de una estantería di con el detalle perfecto.
Claro que lo suyo era comprar la parejita y, desafortunadamente, no quedaban hombres pirata, así que otra buena idea que se esfumaba.
Podría ser algo que les recordara a ambos el valor de la familia, algo que les traiga a la memoria de dónde vienen, que los una a sus raices.
Pero quizá era remontarse demasiado hacia atrás y la inconveniente disposición de los plátanos me hizo continuar la búsqueda.
Por fin encontré un adorno elegante, refinado y chic que, además, permitía a la feliz desposada darle su propio y personal toque. Helo aquí
Y por si fuera poco perfecto ¡albricias!, tenía un complemento ideal que reflejaba exactamente lo que yo pretendía.
La representación del hombre y la mujer, justo lo que buscaba. No obstante, ya con la tarjeta en la mano y a punto de pagar, hubo algo en el jarrón que no me convencía, una sútil pero persistente sensación de que aquello no funcionaba. Tal vez fueran las flores, demasiado largas, no sé, pero me dejé llevar por mi intuición y deseché ambas cosas, porque la una sin la otra eran un absurdo, es evidente.
Como me encanta la fiesta de muertos y es una tradición muy mexicana, como el novio, sopesé la posibilidad de darles algo que lo simbolizara, siempre  que fuera una pieza única e irrepetible, por supuesto.
Aunque, ¿quién sabe?. Hay personas muy sensibles con el tema de la muerte que no repararían en el aspecto cultural y artístico y les podría parecer morboso, demasiado riesgo.
Y de pronto, inspirada por la linda calavera, me tropecé con algo que sí podía funcionar. Una lámpara de mesa; es un regalo útil, siempre encuentras un hueco donde colocarla y es práctica, una luz relajante y romántica para una velada delante de la televisión, no se me ocurría nada más agradable.
Esta me gustó porque me evocó de inmediato las películas del oeste, los vaqueros, los salones, las chicas del cancan...algo muy femenino y con un toque viril que le daba el punto wester. No obstante  la prefería en otro color que destacara más la parte masculina.
¡Maravilloso, la tenían!. Pero al ver esos magníficos y luminosos planetas volví a dudar y comenzaba a perder la esperanza.
Por fin salí de la tienda con las manos vacías y la mente repleta de posibilidades y, camino a casa, vi una pintada que me inspiró.

¿Por qué regalarles algo que pueden comprar ellos mismos o que, posiblemente, esté repetido?. ¿Por qué no darles algo imperecedero, algo que ellos de otra forma no tendrían?. Una declaración de amor a lo grande, todo poesía y encanto, un derroche de romanticismo y sensibilidad sin resultar empalagoso.
Así que ya está decidido. Querida amiga, si te asomas a la ventana podrás ver una pintada igual a ésta en el muro frente a tu casa, pero, lógicamente, con tu nombre y firmada por tu flamante esposo. Me tomé la licencia de hacerlo en su nombre, estoy segura que no le importará.
No me des las gracias, adivino tu emoción en las lágrimas que corren, incontrolables, por tus mejillas.

Para E.H. y gracias a Patricia por las fotos, la visita y la inspiración.



13 comentarios:

  1. Jajaja, nosotros la llamamos la tienda de las maravillas o el superchinopijo. Desde luego tu regalo es mucho más original.

    Felicidades a la feliz pareja!

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    1. Reconozcámoslo, tiene un extraño atractivo, como un agujero negro o un vampiro chupasangres. Y si tuviéramos la edad de tu hija nos parecería la cueva de Aladino. El gusto es algo que aparece con los años, para compensar las arrugas.

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  2. Ay omáaaa....este sitio definitivamente no tiene desperdicio. Pena que "daños colaterales del amor, imprevistos" me impidiera acompañaros. Es el oasis del Arte Kitsch!! :-D

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    1. Amiga, yo te llevo cuando quieras, pero con certificado médico que lo autorice.

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  3. mueroooooooooooo jajajajajajajajajajaja

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    1. Pues no me fijé bien, pero seguro que tienen ataúdes, otro día voy y te digo.

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    2. Yo es que soy más de cenizas xDDDDDDDDDDDDD

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  4. Jijiji estoy llorando de la risa... Me has alegrado el día.
    ¿EN SERIO ESTA TODO ESO EN UNA sola TIENDA?

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    1. Querida, todo eso y muuuuucho más, créeme, son dos o tres pisos (según el local) lleno hasta los topes de las cosas más increíbles que ojos humanos jamás hayan visto. No sé para qué queremos saber qué hay en Marte teniendo esto tan a mano.

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    1. Como las obras de arte que tienen aquí. Al decir eso se me han puesto de repente los pelos de punta, me he asustado a mí misma. Un beso.

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  6. Halaaaa, anda que no hay para elgir y además pasar un buen rato!!!
    El regalo muy original y personal.
    Besicos.

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    1. Cualquier cosa de éstas que te atrevas a poner en casa te garantiza que Bolo no entra en esa habitación, que los gatos son criaturas muy sensibles. Besos guapa.

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