jueves, 1 de agosto de 2013

VENDEDORES AMBULANTES

Perdón por el silencio de estos días, pero ahora que ya estoy casi integrada estoy pensando en montar mi propio negocio y el primer paso es, lógicamente, un estudio de mercado.

Después de echar una ojeada rápida he pensado que lo mejor es la venta ambulante, más flexible en cuanto a horarios y ubicación (y sospecho que lo de los papeles no es un requisito indispensable).
No hay límites para lo que se puede vender en este país, es inimaginable la oferta de productos y servicios (máscaras de luchadores, marionetas de Disney, flores, chicles, tabaco, cordones de zapatos...) pero sin duda la comida preparada es la reina, con una variedad infinita, desde sopas calientes, hasta postres, sin olvidar el plato principal, claro está.
Hace poco una amiga me preguntó a qué olía del DF y no lo dudé: A COMIDA. Hay miles de restaurantes, cafeterías, taquerías...a cualquier hora del día hay gente comiendo. Los puestos ambulantes brotan como setas a las horas de descanso del trabajo.

En cualquier esquina, plaza, parque o calle ves personas agrupadas alrededor de uno de ellos comiendo, ya sea de pie o sentadas en cualquier lugar. Donde no hay un bar ellos lo montan y desmontan en un segundo.
Todo tipo de gente, estudiantes, obreros, ejecutivos con traje y corbata, niños..., lo que nos lleva al segundo punto: cual va a ser nuestra clientela. En todos los supermercados venden una gran variedad de comida preparada para llevar que, gracias a que el clima lo permite, se come sentado en la calle o en un parque, cuyos bancos se transforman en mesas de pic nic improvisadas.

Por supuesto que hay puestos de bebidas, de chucherías, de helados, de zumos de fruta, de fruta pelada y cortada, lista para comer.... pero no vamos a dispersarnos. Sólo tres o cuatro "Especialidades españolas", para ofrecer algo diferente a un público escogido: ejecutivos, secretarias, empleados de banca, gente de oficina y empresa en general, paladares exigentes con ganas de probar algo exótico.

Para mantener la bebida y la fruta fría se recurre al clásico "cubo de hielo". Mantener la comida caliente requiere más ingenio y obliga a emplear recursos técnicos más sofisticados, no me interesa ninguna de estas dos alternativas. Comida a temperatura ambiente, sencilla y natural.
Así que, decidido, ya tenemos el producto, tortilla de patata, croquetas, gazpacho y, de postre, arroz con leche.

Enseguida viene el problema de encontrar un local adecuado. No pasa nada, hay que ser prácticos, lo mejor será cubrir el mayor mercado posible, y para eso no hay mejor solución que hacerlo móvil, llevar el producto, establecimiento incluido, allá donde haya demanda.

Cuando hablo de ambulante aquí es literal. Se busca la forma de desplazarse de un lugar a otro lo más fácilmente posible para poder llegar al descanso de los universitarios y estar después a la salida de una obra o de una oficina, así que son locales rodantes, como podéis ver en las fotos.
A determinadas horas se ven pasar muchos vehículos como éstos, llenos primero y felizmente vacíos después.


 Y algunos son más pedrestres que otros. 
A pesar de mis notables progresos en materia de conducción, sigo estando reticente a moverme entre el tráfico en hora punta con un vehículo de cualquiera de estos tipos. Tengo que darle una pensada y ya os diré.
Se ve que aquí la concejalía de urbanismo no tiene un criterio claro en cuanto a diseño.

Y finalmente podemos hablar de los permisos, autorizaciones, licencias, carnet de manipulador.... pero no vamos a perder tiempo en eso, ni en hablar de los OVNIS, hay gente que asegura haberlos visto y  defiende su existencia, pero yo soy escéptica. Con la venta ambulante y su control administrativo me pasa lo mismo.

En cuanto encuentre un socio capitalista y me haga con el control de mi cocina de gas (la vitrocerámica y el horno eléctrico son inventos del maligno) me lanzo a la aventura empresarial.



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