jueves, 18 de julio de 2013

CONTRASTES

No hace apenas dos días que amenazaba con una entrada más seria y ya llegó el momento. 
Me he sentado delante del ordenador con la intención de contar algo ligero, alegre y breve, pero me es imposible.
Esta mañana temprano nos acercamos al futuro colegio de Hijo para probarle y reservar el uniforme y la equipación que necesitará en este curso y nos perdimos.
Todo iba bien hasta que giramos en sentido contrario en un punto del recorrido y terminamos en una zona fuera de los circuitos turísticos, esas a las que te dicen que no te acerques, por si acaso.
Dejamos atrás, pero no lejos, las casas exclusivas de las Lomas, los edificaciones nuevos y modernísimos de la Prolongación de Reforma y terminamos en una zona obviamente más pobre cuyas edificaciones empeoraban a ojos vista.
No refleja ni mucho menos la realidad, pero la cosa fue más o menos así



He sacado las fotos de internet porque me dió mucho pudor, no miedo, sacar el móvil y empezar a disparar. Tenía la sensación de que era una falta de respeto hacia ellos, no me pareció bien tratarlos como una curiosidad, un souvenir, pero las zonas que hoy recorrimos eran así.
Lo que más me impresionó fue que no veías sensación de derrota o abandono, por muy míseras que parecieran las casas, no digo ya los negocios, la gente iba limpia, aseada, tenían montones de comercios, precarios, sí, pero se veía intención de progresar, de mejorar, de hacer algo.

Nos sacó del apuro un taxista al que le pedimos que nos guiara hasta el colegio, nosotros fuimos detrás y le pagamos la carrera al llegar. Tengo que decir que él, amablemente, nos preguntó si queríamos indicaciones o guía, y optamos por esto último por doble motivo, uno era que no queríamos volver a desorientarnos (el GPS pierde la señal por allí, supongo que debido a los montes que la rodean) y la otra es que para nosotros el dinero de la carrera no era mucho y para el taxista seguro representaba más.

Así que hoy la cosa no está para frivolidades, con lo del uniforme escolar de gala ya vamos servidos.

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