viernes, 12 de julio de 2013

VALET DE PARKING

Hoy inauguro una sección que titulo OFICIOS Y BENEFICIOS, en la que os enseñaré alguno de los trabajos que desempeña la gente por aquí.

Por lo que he visto hasta ahora los mexicanos trabajan, y mucho, la imagen del mexicano durmiendo al siesta con el sombrero puesto es un cliché, más bien un chiste, que desde luego no se corresponde con la realidad, al menos con la que yo me he tropezado.


Una de las cosas más importantes a tener en cuenta es que aquí no hay una clase media como en España, o vives muy bien o andas muy apretado, no hay término medio. Luego dentro del vivir muy bien puede ser ya un despendole o algo más discreto, pero una discrección que a nosotros nos parece la bomba.
Ello hace que, en muchas ocasiones, tengas la sensación de abusar del prójimo y trates de hacer las cosas tú mismo para no pasarte. Craso error, los estás haciendo polvo, muchas de esas personas viven de las propinas, el "hágalo usted mismo" es hundirlas en la miseria.
Déjate llevar y sé generoso con lo que les das, así sí, lo otro malo, caca, no se hace.
Otra cosa que debo decir, sobre todo para mis amigos adictos a la fotografía, es que no siempre es fácil sacar la cámara o el móvil y disparar. Son personas normales que están trabajando y puede ofenderlas que les hagas fotos como a monos del zoo, por eso el material gráfico es escaso y de mala calidad, procuro hacerlo desde un lugar donde no me vean, de ahí los defectos.

Ahora sí, al lío. El sábado estuvimos comiendo por ahí y nos acercamos a un centro comercial de los fetén para comprarle unos zapatos a Hijo, que andaba bajo mínimos (o en crocks, que viene a ser lo mismo). Y tuve la oportunidad de conocer a lo que aquí llaman Valet de parking y nosotros conocemos vulgarmente por Aparcacoches.

Aquí no dicen parking, sino estacionamiento (mucho más correcto, dónde va a parar), pero para esto sí que usan la palabra inglesa, no sé por qué.
Hay dos modalidades de valet, en los restaurantes que no tienen aparcamiento privado o lo tienen completo, tú les das las llaves y ellos se buscan la vida para dejártelo donde puedan. Cuando te vas a ir te lo traen de nuevo a la puerta del establecimiento en cuestión. Es algo muy habitual, suele haber un pequeño mostrador donde se anuncian las tarifas. No son muy altas y siempre se debe dejar propina.

La otra versión es la de los centros comerciales. Aquí te preguntan por los objetos de valor que puedas llevar para apuntarlo en el registro, y hacen una inspección visual del coche, anotan las abolladuras, golpes y demás  desperfectos. Se lo llevan al parking y se pelean ellos con las columnas, tú tan tranquilo te vas de compras compulsivas. Es igual de barato y también hay que empropinar.

Esperando por el Valet, al fondo a la derecha, están unos cuantos, uniformados con un chaleco, para distinguirlos
Inspeccionado el maletero para comprobar que no hay nada raro. Por suerte las botellas de agua vacías, loe envoltorios de caramelos y residuos varios, no se consideran peligrosos.
En estos casos no hay de qué preocuparse, trabajan para el establecimiento que corresponda y que yo sepa no hay sorpresas desagradables.
Cuando son trabajadores digamos por cuenta ajena, no se corren riesgos, el problema es solicitar los servicios de quienes van por libre, ya sean valets, taxistas o vendedores ambulantes, ahí ya no tienes ningún tipo de seguridad y te lo desaconsejan los propios mexicanos, y si ellos lo dicen sabrán por qué.

Ya sé que este es el sueño dorado de muchos de nosotros, pero si has conseguido llegar hasta el aparcamiento sorteando el tráfico, creedme, lo de aparcar es una minucia. Podrías hacerlo con un brazo atado a la espalda, comiendo pipas con la otra mano y tocando el clarinete mientras te pintas las uñas. Aunque ¿a quién le amarga un dulce?.

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