martes, 16 de julio de 2013

LA LETRA CON IBOOK ENTRA

Para Cayetana, mi alter ego mexicana, aún no desvirtualizada.

Lo primero que menda lerenda hace cuando llega a una ciudad nueva, no importa el país, es buscar una biblioteca pública, hacerse socia y a sacar libros desaforadamente.
Pero hete aquí que en esta ciudad en concreto tal cosa no se estila y no hay bibliotecas al uso, así que sólo quedan dos opciones obvias:

1. Comprar los libros que quieres leer. No es una mala solución, no obstante le veo dos inconvenientes serios. Teniendo en cuenta mi ritmo de lectura habitual podría mantener yo solita la librería elegida, y para eso pongo yo una. La otra cuestión es la más dolorosa: en principio nuestra estancia aquí es temporal, si me atiborro a libros se nos complicaría notablemente una mudanza posterior.
De hecho he dejado a todos mis niños en casa porque era evidente que no podía traerlos a todos y ¿a quién eliges?. No podía, me veía incapaz, así que o todos o ninguno. Pues ninguno, excepto el que unas amigas me regalaron para el viaje, "La librería encantada", de Christopher Morley, ed. Periférica. Claro está que me duró dos telediarios y que voy a buscar la primera parte "La librería ambulante".
Aquí hay librerías, claro que sí, e iré a visitarlas, algún libro caerá, pero el primero seguro que es para Hijo, el único al que le metí alguna cosilla en la maleta. El grueso lector viene en la mudanza, otra historia que ya os contaré, tal vez mañana.
Está claro su nombre y su ubicación.
Libreria-cafetería El Péndulo. Hacia allí me dirijo en unos momentos, ¿quién se podría resistir?.
http://pendulo.com/page.php?page=galeria
2. Internet, la solución más fácil, más barato y sin límite de espacio. Así que, pese a que sigo prefiriendo el papel, agarré nuestro nuevo y flamante iPad (acaparada por Hijo para jugar a los Angry Birds) y busqué libros gratuitos para descargas LEGALES.
Como era de suponer me enredé entre tantos cables y tuve que pedir ayuda a Marido. Gracias a él y a la colaboración de un tutorial sobre descarga en iBook hecho por un niño que, a juzgar por su voz, no es muy mayor, ahora dispongo de lectura para una temporada. Tengo las obras completas de Henry James (sólo eso me llega hasta diciembre), La mecánica del corazón (me han dicho que decepciona un poco, pero habrá que intentarlo), un par de novelas negras de autores de reconocido prestigio, la primera parte de Juego de Tronos (recomendada por una amiga muy lectora).
Mi mundo, sobre todo el noctámbulo, ha cambiado drásticamente, ahora la vida es más bonita e interesante, ya no me siento tan sola, el sol brilla más y tengo el cutis más terso (qué más quisiera yo, echar crema hidratante es como tratar de regar en el Gobi).

Lo mejor es que también descargué unos cuentos para Hijo y recomiendo ENCARECIDAMENTE uno "Cuentos en verso para niños perversos", de Roald Dahl, un prestigioso escritor infantil autor de la conocida "Charlie y la fábrica de chocolate" y de "Matilda", entre otros. Son versiones muy personales y nada edulcoradas de cuentos de toda la vida, son tremendamente divertidos e Hijo está encantado con ellos. 
Pues hala, me voy a conocer El Péndulo y hacerme su más fiel clienta. Besos y hasta mañana.

No hay comentarios:

Publicar un comentario